Te he dado absolutamente todo de mí, todo lo que jamás le entregué a alguien. Te entregué mis sentimientos, mis deseos, mis sueños, mis pensamientos, mi cuerpo mis días y cada segundo de mi vida.

¿Y todo para qué? Para que ahora no valores nada, para que no te intereses en demostrarme que aún me amas que aún te gusto... Me cansé de sentirme mal, de llorar, de estar siempre ahi buscando una caricia,  un te amo, o alguna otra palabra de afecto.


Ojalá nunca sea demasiado tarde para darte cuenta de tus errores pues lo que hoy no valoras mañana lo extrañarás.

No hay comentarios: